En los últimos tres años, aproximadamente, ha proliferado el uso de IA. Hace quizás un par de décadas hubiéramos pensado que sería una herramienta costosa y limitada al uso de ciertas profesiones. Sin embargo, este nuevo giro de la revolución digital ha acercado a personas de todos los contextos a su uso. Muchos usuarios encuentran en la IA una fuente de entretenimiento. Sin embargo, también hemos visto que ha cambiado por completo el panorama educativo y profesional en muchísimos sectores. Aunque ya veíamos venir estos cambios, la rapidez con la que han sucedido nos hace interactuar con la IA sin tener muy claros los límites o los métodos adecuados para usarla a nuestro favor. Sin embargo, no porque estemos viviendo un periodo complicado de transición vamos a paralizarnos o negarnos a usar la IA, pues eso nos haría quedar obsoletos.
En este artículo hablaremos de la aplicación de la IA en el área de la abogacía y la contabilidad. Sobre las desventajas de consultar la ley a través de la IA generativa y proporcionaremos algunas estrategias para valernos de esta herramienta de manera adecuada.
Desde hace ya un par de décadas se hablaba de que muchas profesiones serían desplazadas por la tecnología. En aquel entonces se especulaba que serían las profesiones creativas las que serían imposibles de reemplazar. Sin embargo, hoy vemos que realmente nadie está a salvo. Trabajos que antes eran para ilustradores, diseñadores o escritores, ahora son tareas de la IA generativa. Sin embargo, en estos casos es evidente cuando no hubo intervención humana. Por su parte, se creía que el trabajo de los abogados o contadores sería fácilmente reemplazado por la IA y ahora vemos que sólo ciertas funciones han sido reemplazadas.
En las fantasías más alocadas de los entusiastas de la IA se vislumbraba un futuro en el que casos penales podían llevarse mediante robots que con inteligencia artificial dictaminaran la culpabilidad del imputado. En la misma línea de pensamiento se llegó a creer que los sistemas tributarios implementarían plataformas automatizadas que dejaran de lado por completo las labores de contabilidad y fiscalización. La realidad de hoy nos muestra que, aunque todo esto pueda ser posible. Siempre es necesario contar con un ser humano que monitoree estas tareas y se haga responsable de las soluciones propuestas de la IA.
Visto desde este ángulo es comprensible que los trabajos creativos sean más fácilmente reemplazados que los de contabilidad o abogacía. Es decir, aunque un diseño generado por IA puede verse feo o poco profesional lo único que está en juego es lo estético, mientras que en el caso de los contadores están en juego las cuentas de la empresa o en el de los abogados puede estar en juego la libertad de una persona.
Entonces, aunque todos los sectores económicos están cambiando, en nuestras áreas todavía hay una fuerte necesidad de personal humano. Dentro de los mismos cambios tampoco es inusual que nuestros colegas o nosotros mismos utilicemos día a día la IA, lo cual no tiene nada de malo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cómo la utilizamos influye en la calidad de nuestro trabajo y nuestra capacidad de adaptarnos adecuadamente a las nuevas exigencias de la realidad.
Actualmente la IA generativa es muy accesible, se encuentra integrada en redes sociales, en aplicaciones de mensajería instantánea o en aplicaciones especializadas que dan acceso gratuito a modelos de lenguaje. Su uso sin restricciones nos ha llevado a casos preocupantes de estudiantes cuyas tareas son hechas por este tipo de herramientas o de profesionistas que las utilizan desmedidamente para evitarse tareas. En muchos casos se hace un mal uso de estas herramientas porque no se comprende exactamente cómo funcionan y cuáles son sus limitantes.
La IA ha maravillado al mundo por su capacidad para crear. Muchas veces ya se ha explicado que la IA crea a partir de las bases de datos a las que tiene acceso y aprende conforme se va utilizando. De tal suerte que se le pueda solicitar que cree la versión en caricatura de una foto o que escriba un ensayo o trabajo de investigación académica. Sin embargo, en el primer caso, el estilo de caricatura estará basado en algún estilo existente de dibujo que pertenece a un ser humano; mientras que en el segundo caso, para cumplir con la tarea, de ser necesario generaría citas o fuentes inexistentes. Esto último es lo más problemático al tratarse del uso de IA pues muchas personas utilizan esta herramienta como un buscador y no es precisamente esa su función.
Imaginemos un caso práctico para ilustrar el problema: una persona consulta a través de un motor de búsqueda. “Qué quiere decir la expresión ‘imitar al gorrión’ en español mexicano”. Tal expresión no existe en español mexicano, por lo tanto el motor de búsqueda arrojará resultados que contengan las palabras que hemos buscado pero no dará con el resultado concreto. Por su parte, la IA generativa, cuando se le presenta la misma cuestión, genera significados posibles de dicha expresión inexistente. (Bajo la cláusula de ser una expresión poco común pero igualmente da una respuesta).
Transportemos este problema al asunto de consultar la ley. Si no somos claros con lo que estamos preguntando. Es decir, específicos, la IA puede arrojarnos respuestas que haya generado para satisfacer la pregunta que le presentamos. A su vez, nosotros debemos de tener conocimiento de antemano de lo que buscamos para evaluar si la información que se nos presenta es la que realmente estamos buscando o no. Entonces no podemos simplemente esperar que la IA nos dé las respuestas sin que haya un trabajo de investigación apropiado por nuestra parte.
Aunque la desventaja de la que hablamos anteriormente es abismal, debemos de reconocer en la IA una herramienta poderosa. Usualmente su forma estructurada de presentar la información así como su lenguaje simplificado nos pueden ayudar a procesar grandes cantidades de información que de otra manera nos llevaría bastante tiempo. Entonces, ¿Cómo podemos utilizar apropiadamente esta herramienta y sacarle el mayor provecho posible para consultar la ley?
Una herramienta de apoyo a la IA al momento de consultar la ley es nuestra compilación de leyes Gazhal. A través de nuestro portal puedes consultar fácilmente la Ley del IVA, ISR, la RMF vigente, el DOF, el CFF así como otras leyes de interés mercantil. Nuestra plataforma puede ayudarte a corroborar la información presentada por la IA de manera sencilla y confiable. La ventaja de utilizar una plataforma como la nuestra para contrastar la información es que puedes hacerlo todo desde tus dispositivos electrónicos. Sin necesidad de consultar pesados volúmenes de documentos físicos.
Recuerda que eficientar tus labores de autenticación de información hará que tu uso de herramientas inteligentes como la IA realmente potencien tus laborales de abogado o contador en lugar de entorpecerlas. Tiene poco sentido implementar una herramienta sofisticada como la IA sólo para esclavizarnos con métodos del pasado. Por eso, suscríbete hoy a nuestra compilación de leyes Gazhal y comienza a verificar la ley como un profesional.
La IA está revolucionando el panorama laboral a una velocidad inesperada. Hace un par de décadas esperábamos este cambio, aunque no tan extendido y mucho menos tan rápido. Pese a las evidentes ventajas de IA estamos viendo que en su uso puede haber trampas que nos hagan equivocar. Es importante entender que la IA no es un motor de búsqueda. Por lo que a veces se puede generar información que en realidad no existe con tal de responder a una pregunta.
Pese a ello la IA suele organizar la información esquemáticamente y utilizar un lenguaje accesible para la mayoría de las personas. No tienes que perderte en volúmenes interminables de libros para verificar la información proporcionada por la IA. Nuestra compilación de leyes Gazhal está aquí para facilitar tus procesos verificación de tus consultas con la IA. Suscríbete para tener acceso a la LIVA, LISR, RMF, CFF, DOF y mucho más y así, darles veracidad a tus consultas con IA.
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