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Recientemente el Estado hizo una reforma a la ley de instituciones de crédito que es al mismo tiempo una nueva fuente de financiamiento: esta reforma propone que las cuentas bancarias que no han mostrado actividad o que han sido aparentemente abandonadas por sus titulares sean usadas o, mejor dicho, el dinero en ellas sea dispuesto para temas de seguridad. Sin embargo, ante la propuesta se ha alzado la preocupación para muchas personas, ¿qué pasará con sus ahorros? ¿se los podrán quitar? Aquí te explicamos todo sobre la propuesta de reforma para que no temas por tus ahorros.
La Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley de Instituciones de Crédito para que el dinero, intereses o rendimientos de cuentas que no muestran depósitos o retiros en un lapso de seis años puedan ser tomados por el Gobierno mexicano para financiar labores de seguridad.
Es importante mencionar que este precepto no es nuevo. Es decir, la disposición de las cuentas abandonadas no es una nueva medida a implementar. Pues el artículo 61 (dónde se encuentra medida) está activo desde el 2008. La reciente reforma, más bien modifica los límites y el destino del dinero que se pueda incautar de las cuentas.
A su vez, la reforma cambiará a qué causas se destinan los recursos incautados y en qué porcentajes.
En un principio la ley ya consideraba tomar los recursos de las cuentas abandonadas para entregarlos a la beneficencia pública. La nueva reforma considera ahora que, si los montos en las cuentas son menores a 540 Unidades de Medida y Actualización (UMA.), más o menos unos 51.958 pesos, se habrá de destinar a la beneficencia pública.
Ahora bien, aquí viene la modificación, si los montos son superiores serán destinados a la seguridad pública. Según lo previsto en la reforma, 45% del dinero abandonado será para la Federación, un 30% para los Estados y 25% para los municipios y alcaldías.
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¿En qué casos aplica esta incautación de cuentas?
Sí llegaste hasta aquí y ahora estás pensando en alguna cuenta que hace mucho no usas o en alguna que más bien usas para ahorrar, y sientes algo de preocupación, tranquilo, te explicamos más.
Es importante que tomes en cuenta que si tienes una cuenta de ahorros a la que probablemente no le has hecho ni retiros, ni transferencias, pero si has pagado algunas pequeñas cuentas o gastos breves con la tarjeta de esa cuenta, entonces la reforma no aplica para tu cuenta. Tendrían que pasar tres años sin que tu cuenta tenga actividad de ningún tipo ya sea transferencias, depósitos, retiros o pago de algún gasto con la tarjeta para que sea incautada por el estado, de otro modo no tienes porqué preocuparte.
Si bien la incautación de cuentas abandonadas ha de significar una entrada importante para el estado ya sea en materia de seguridad o bien para la beneficencia, queda un problema importante por resolver: el de la transparencia.
Mario Di Costanzo, consultor financiero y expresidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros dijo que éste, el de la transparencia, es uno de los problemas más importantes a enfrentar, ya que realmente nadie sabe cuántas cuentas se encuentran en esa condición, ni cuánto es el dinero que puedan llegar a obtener.
Según explica Mario Di Constanzo: “Los únicos que pueden saber a cuánto asciende y cuántas cuentas hay, son los propios bancos”. El secreto bancario es el fundamento por el cual estas instituciones no dan a conocer estos montos, pues se basa en la protección que los bancos deben otorgar a la información relativa a los depósitos y captaciones de cualquier naturaleza, que reciban de sus clientes.
Además del tema de la transparencia, pueden existir otras inconsistencias con las cuentas bancarias que no registren actividad. Actualmente, la Condusef pone a disposición de los usuarios el Sistema de Información de Consulta de Beneficiarios de Cuentas de Depósito que es un mecanismo de ayuda para aquellas personas que se presuman beneficiarios de una cuenta de depósito de un familiar fallecido que, en este caso, seguramente serán muchas de las cuentas a incautar.
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