La economía mundial es motivo de alarma. Nubes grises son las que se alcanzan a ver en el panorama económico de la economía mundial. Desde los últimos meses del 2022 los especialistas advirtieron que el 2023 no sería realmente un buen año para el crecimiento económico en el mundo.
Pero ¿cómo es que podemos prever el panorama económico de un año? ¿Qué factores son los culpables de una recesión? ¿Cómo podemos prepararnos para ello? En este artículo exploraremos algunos de los factores que llevan a pensar en una recesión económica para el 2023 y por qué, aunque se trata de una noticia pesimista, es mejor estar preparado para ello.
Aunque es mucho más fácil definir las causas de una recesión cuando ésta ya ha pasado, también se pueden señalar factores importantes que nos prevengan de una. Los pronósticos de los especialistas concuerdan con Kristalina Gueorguieva, gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien explicó, en una entrevista para la cadena CBS, que el negativo futuro económico mundial se debe a que las tres grandes potencias económicas; Estados Unidos, la Unión Europea y China están desacelerando sus economías de manera simultánea.
No resulta difícil entender el anterior pronóstico y lo que está pasando en el mundo si pensamos que la pandemia por Covid-19 generó estragos de los que el mundo no se ha podido recuperar todavía. Si a semejante pronóstico le agregamos la guerra de Ucrania y la incesante inflación mundial, sin duda que el horizonte se torna sumamente desalentador.
Al parecer la recesión en occidente es ya un hecho inevitable, aunque con sus diferencias pues, el golpe económico no afectará a todos los países de la misma manera. Como advirtió Kristalina Gueorguieva, un tercio de la economía mundial entrará en recesión, aunque, como ella misma dijo, es muy probable que Estados Unidos logre evitarla; a diferencia de Europa que ya la vive. La gerenta del FMI, pronosticó que por lo menos la mitad de la Unión Europea estará en recesión en este 2023.
Esto se debe sobre todo a la crisis energética y al corte de gas ruso a la Unión Europea. Ya que lo que se refiere al centro y este de Europa dependen fuertemente de esta materia prima. Aunque por ahora, países como Alemania y casi toda la eurozona presentan sus reservas por encima del ochenta por ciento, no sería difícil ante casi cualquier paro en el flujo del gas, una sequía de la tan valiosa materia. Lo que, como consecuencia, ocasionaría paros en el sector industrial que, inevitablemente se vería reflejado en el sector servicios y sucesivamente en los demás sectores económicos.
Gueorguieva, también habló de lo que se puede, o más bien, dio algunas sugerencias para enfrentar de mejor modo al oscuro panorama que se viene. La gerenta del FMI habló de una armonización fiscal entre las naciones, también mencionó que se deben, igualmente armonizar las políticas de transición a energías verdes; así mismo terminó por hablar de la fuerte postura que deben tener las tres potencias económicas respecto al horizonte inflacionario. Aunque, después de hablar de esto mencionó que la rispidez que se genera entre las naciones, y que aumentará conforme la situación se agrave, dificultará el trabajo colaborativo internacional.
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Como hemos visto los pronósticos para Europa son oscuros y altamente desalentadores, tomando en cuenta las opiniones de expertos analistas, el futuro para Latinoamérica parece no ser tan diferente. Con una inflación persistente durante todo el año 2023, sin embargo, Latinoamérica parece tener un as bajo la manga, pues el cierre del 2022 fue realmente bueno. Con el encarecimiento de las materias, la llegada de las remesas y, la lenta, pero constante regularización del turismo, los gobiernos de Latinoamérica podrían estar mejor preparados frente a la recesión. Además, se debe tomar en cuenta que en América Latina no se viven temperaturas tan crudas como en Europa, lo que nos hace menos dependientes del consumo de la energía a diferencia de los europeos.
Ante la inminencia de la recesión en el 2023, lo que los gobiernos deben hacer, es mantenerse fuertes y soportar, sobre todo crear planes económicos y sumamente creativos para mantener el empleo de sus ciudadanos, aunque es inevitable que habrá desempleo en este año. La recesión se sufrirá sobre todo con más crudeza en el segundo trimestre del año y comenzará a ceder a finales del cuarto trimestre. Es decir que para el 2024, podríamos comenzar a ver la luz entre tanta oscuridad.
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