La mayoría de nosotros conocemos a China por ser, históricamente, la mano de obra más barata del mundo. Es decir, por la pequeña etiqueta que viene en casi todos los productos y que dice “hecho en China”. Pero, también, China es la segunda economía más grande del planeta, por encima de otras potencias mundiales y sólo detrás de Estados Unidos.
Es importante mencionar que la economía de China, es al día de hoy más de cuarenta y dos veces más grande que en 1980. Para dimensionar un poco la gran capacidad económica de China, todavía en 2019, el Producto Interno Bruto (PIB), de este país equivalía a casi tres veces el PIB de toda Latinoamérica unida. No obstante, en 2018, la economía de China tuvo un crecimiento aproximado del 5%. La cifra más baja de crecimiento para el país asiatico desde 1990.
La economía a la baja
Si los números de China han sido tan buenos y su economía parece próspera y, a pesar de la crisis mundial por Covid-19, se han mantenido sumamente estables ¿por qué decrece la economía? Fundamentalmente es porque en la medida en la que el país prospera, también suben los salarios de sus trabajadores. Esto provoca que China pierda ventaja competitiva con Vietnam, Filipinas y Bangladesh. China ha descentrado el sustento de su economía en en las exportaciones y se ha ocupado en estimular el consumo interno con la finalidad de reducir la pobreza en el país. Esto significa que parte de la desaceleración económica es intencional. Otra de las razones es su deuda, el tamaño de la deuda pública de ese país, junto con el endeudamiento de las empresas y los consumidores, casi triplica el ingreso total de los ingresos al año en el país. Por ello, el estado Chino ha impuesto medidas de frenado en préstamos y financiamientos lo que, naturalmente ha afectado el gasto y la inversión.
El decrecimiento fuera de China
China, como la gran fábrica del mundo, dicta el precio de un montón de materias primas en el planeta. De entre esas materias destacan los metales. También es un gran importador de recursos naturales, de entre los que sobresale el petróleo y el gas. Los precios de estos productos han ido a la baja debido a la reconfiguración del mercado chino. Al mismo tiempo la venta de automóviles ha disminuido por primera vez en las últimas dos décadas. Estas cifras pueden significar poco debido a lo cambiante del mercado, me refiero a que esta información debe tomarse con cuidado. Aún así, estos cambios generan dudas y preocupaciones en los inversores del mercado. La preocupación es comprensible ya que, cualquier desaceleración en la economía de China tendrá un impacto global.
¿El panorama mundial es tan oscuro para la economía mundial? El crecimiento excepcional de China está terminando. Es decir, no será tan grande como en las últimas décadas. Sin embargo, los economistas prevén que para el 2030 el mercado se haya estabilizado y, aunque la economía China esté decreciendo, ésta se estabilizará a un tercio del crecimiento actual. Se estima que aún así, el país asiatico sea ya la primera potencia económica aún por encima de Estados Unidos.
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