El crecimiento de las empresas suele significar muchas nuevas responsabilidades. Sin embargo, con la asesoría correcta, la administración de la empresa puede llevarse sin problemas y se puede encontrar el camino correcto para continuar creciendo. La contabilidad de la empresa y su fiscalización es crucial para lograr esto, especialmente cuando se involucran socios accionistas.
En este artículo hablaremos del reparto de dividendos, sus implicaciones contables y fiscales, así como las obligaciones fiscales que conlleva recibir dividendos.
Cuando una persona emprende suele tener en mente las metas y aspiraciones de su negocio. Sin embargo, también muchos empresarios pecan de cautelosos hasta convertirse en pesimistas y subestiman las posibilidades de crecimiento. Cuando el crecimiento toma por sorpresa a una empresa, lejos de alcanzar prosperidad, se puede convertir en un factor de riesgo. Es por eso que muchos emprendimientos personales, cuando se convierten en PYMES y comienzan a tener más clientes así como empleados e intereses de socios accionistas, se sienten abrumados ante las nuevas responsabilidades y es entonces cuando operaciones relativamente sencillas caen en el desorden administrativo. No importa cuán exitoso pueda ser un negocio, una mala administración puede ser su fin.
Cuando tenemos un cliente que está comenzando a emprender y aspira a tener una PYME podemos ayudarle a plantearse su futuro para que éste no lo tome por sorpresa. Emprender puede darse en circunstancias sumamente rudimentarias en las que una persona simplemente comienza a comercializar un hobby, podemos tener muchos clientes de este tipo que regularizan su situación fiscal y poco a poco crecen. Sin embargo, en el inicio, las circunstancias poco daban para pensar en que se convertirían en empresarios como tal. Pese a ello, a través de la contabilidad de nuestros clientes podemos detectar el momento en el que comienzan a crecer y es entonces cuando podemos adelantar ciertas cuestiones.
De entrada podemos analizar si a nuestro cliente le conviene continuar en su régimen fiscal o no, si con el aumento de sus ingresos tiene nuevas obligaciones fiscales y si hay ajustes convenientes por hacer en sus gastos. Además de eso podemos comenzar a plantear si contar con socios accionistas sería una buena estrategia para pasar de un emprendimiento a tener una empresa y cómo se manejaría la operación en esa circunstancia. A algunos clientes les puede parecer exagerado o demasiado adelantado plantear ese escenario, sin embargo, para cuestiones legales y fiscales, siempre es mejor tener claro qué reglas seguir y cómo cumplir con la ley para que las cuestiones administrativas fluyan en lugar de entorpecer el crecimiento de la empresa.
Primeramente será importante explicarle a tu cliente qué se entiende por reparto de dividendos. Una empresa puede crecer con la ayuda de socios o accionistas, es decir, personas físicas que han comprado una acción (una parte de la empresa). La empresa, toma los ingresos de las acciones y lo invierte para mejorar sus operaciones. Los socios, al ser “dueños” de una parte de la empresa, tienen derechos y responsabilidades. Por un lado, aportar capital a la empresa además de reunirse para tomar decisiones cruciales; por otro lado tienen derecho a recibir información sobre el estado de la empresa y recibir dividendos por los beneficios obtenidos en el ejercicio fiscal.
Cuando una empresa genera ganancias, puede decidir cómo utilizarlas, pero también tiene la obligación de repartir una parte entre sus trabajadores (el conocido reparto de utilidades o PTU) y entre sus accionistas, lo que se conoce como reparto de dividendos. Éste se puede dar de distintas maneras, se pueden llegar a acuerdos especiales en el Acta Constitutiva de la empresa. Si no se establece ningún acuerdo especial, el reparto de dividendos suele darse de manera equitativa según la participación de los socios en la empresa.
Por ejemplo, si hay cuatro socios y cada uno es dueño del 25% de la empresa, los dividendos se pagarán equitativamente a cada uno de ellos. En otro escenario en el que hay tres socios, el primero es dueño del 20% de la empresa, el segundo del 30% y el tercero del 50%, cada uno recibirá un monto distinto. Si se determinó que del total de ganancias de la empresa se van a destinar $100,000 a los dividendos, el primer socio recibirá $20,000, el segundo $30,000 y el tercero $50,000. Por supuesto estos cálculos son antes de impuestos.
Incluso si no se requiere ningún reparto especial de dividendos y se acuerda que se haga de manera equitativa, es conveniente expresarlo de tal manera en el Acta Constitutiva.
Lo más común es que el reparto de dividendos sea al final de un ejercicio fiscal, cuando se calculen las ganancias de la empresa, sin embargo, puede ocurrir que en cierto momento del año la empresa cuente con ganancias inesperadas. Entonces, ¿la empresa debería de esperar al fin de año para repartir entre sus socios los dividendos? No necesariamente, hay casos, como puede ser la venta de algún activo, en los que se pueden repartir los dividendos.
A continuación, explicaremos algunos de los tipos de reparto de dividendos más comunes:
Según cómo decidan recibir los dividendos pueden ser:
Como mencionamos antes, los accionistas reciben dividendos proporcionales a su participación de la empresa. Sin embargo, la suma puede variar dependiendo de cómo se tribute ese ingreso. Recordemos que es importante hacer negocios con personas que se mantengan en el marco de la ley y mantengan una situación fiscal libre de evasión y fraude. De ahí, que los socios de la empresa. Como personas físicas deberán darse de alta en el Régimen de Ingresos por Dividendos para cumplir con las obligaciones fiscales relacionadas al ingreso que recibirán.
La ley establece que hay dos maneras de tributar los ingresos por dividendos. Por una parte, si los dividendos provienen de la Cuenta de Utilidad Fiscal Neta, estos ya han pagado impuestos, por lo tanto, no hace falta gravar un nuevo impuesto al momento del pago. El otro método se realiza calculando el porcentaje de ISR a cargo multiplicando el monto de dividendos por el factor 1.4286.
En cualquiera de los dos casos, se deberá de tomar en cuenta la acumulación de los dividendos a los demás ingresos de los socios como personas físicas en su declaración anual. En ella se puede acreditar el ISR pagado por la sociedad que distribuyó los dividendos. Independientemente del cálculo de ISR se debe de hacer una retención adicional del 10% que se tomará en cuenta como pago definitivo.
Además de estos impuestos existen otras obligaciones para el régimen fiscal de ingresos por dividendos:
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Si necesitas revisar cualquier obligación fiscal del régimen de dividendos o cómo tributan. Te recordamos que a través de nuestra compilación de Leyes Gazhal puedes consultar la ley de ISR, la RMF, sus reglas y normatividad.
Si quieres revisar cualquier cuestión sobre el cálculo de impuestos por dividendos, te recomendamos revisar de la ley de ISR:
Para que el crecimiento de la empresa no tome por sorpresa al empresario, conviene adelantarnos a los hechos futuros. Si un negocio puede beneficiarse de hacerse de socios accionistas, hay que entender cómo sumarlos a la empresa, qué beneficios obtienen y qué obligaciones fiscales deben de cumplirse. Como contadores podemos ofrecer esta asesoría y brindar información crucial para el crecimiento de la empresa. En todos los casos, ayudar a una empresa a crecer a través de accionistas implica cuidar que se cumplan las obligaciones fiscales dado que sólo en el marco de la ley una empresa puede crecer sin ponerse en riesgo. Para ser aliados estratégicos de nuestros clientes debemos de tener la ley en la palma de nuestra mano. Para ello, suscríbete a nuestra compilación de Leyes Gazhal.
¿Cómo ayudas a las empresas de tus clientes a crecer? Cuéntanos en los comentarios.
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