En noviembre del 2021 Chile eligió a su próximo presidente, Gabriel Boric, que para cuando asuma la presidencia en marzo del 2022, tendrá apenas treinta y seis años. Convirtiéndose así en el presidente electo más joven de este país. Sin embargo esto no es lo único destacable de esta elección.
Esta elección es histórica no sólo porque Boric sea tan joven, sino porque triunfo fue contundente. Entre Gabriel Boric y su oponente de derecha José Antonio Kast, hubieron más de diez puntos de diferencia. Esta elección se vuelve memorable porque Boric pasa a la historia como presidente electo con el mayor número de votos que haya recibido un candidato. Además, es el primero en ganar un valotage después de haber salido segundo en la primera vuelta.
Hubo celebraciones en todo Chile, pues la agenda que permitió a Boric imponerse ante sus candidatos propone una profunda transformación del modelo socioeconómico que ha regido en Chile en los últimos gobiernos. La agenda propuesta por Boric incluye importantes reformas a los sistemas de pensiones, educación y salud, es un plan social ambicioso que alimenta las esperanzas de todo el pueblo chileno y que al mismo tiempo retoma las demandas que se iniciaron en octubre del 2019 antes del comienzo de la pandemia por COVID-19.
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Aunque Gabriel Boric haya resultado electo con una ventaja considerable, no significa que su gestión se anuncie apacible, por el contrario, como él mismo lo dijo en su primer discurso como presidente electo: el futuro representa una suma de retos, los cuales tienen que ser afrontados con valor.
El primero de estos retos es que gobernará sin mayoría en el congreso, lo que significa que para sacar adelante cualquiera de sus propuestas, estas tendrán que ser sumamente sólidas y convincentes además que tendrá que negociarlas. Ya que como dijo en su discurso de triunfo “los avances requieren grandes acuerdos”, así que desde ahora sabemos que cualquier propuesta requerirá de mucha gallardía y, sobre todo, destreza política.
Hay que tomar en cuenta que para echar a andar muchas de sus iniciativas, es necesario el voto de sectores políticos con visiones y aspiraciones muy lejanas a las suyas. Esto significa que la destreza de Boric, como la de cualquier líder que intenta dirigir un grupo con suficiente proactividad y balance, debe ser sabiamente ecléctico, es decir que las propuestas del futuro presidente chileno no pueden ser demasiado radicales pues podría perder el apoyo del lado conservador.
Pero si hace demasiadas concesiones con las propuestas es posible que pierda el apoyo de los votantes más radicales. Es por eso que Gabriel Boric debe allanar un camino de eclecticismo y balance entre todos los integrantes del congreso.
Por la naturaleza tan ambiciosa del proyecto de Gabriel Boric, es natural que éste precise de mucho dinero. Como hemos visto, sus propuestas incluyen mucha intervención del estado, en especial las que tienen que ver con la educación, el sistema de pensiones, así como el de salud.
Es de vital importancia el plan de abordaje que Boric empleé para la recaudación de fondos. Por ello el alto interés en saber quién será el primer o la primera ministra de hacienda en Chile. Por ahora, el sector empresarial se mantiene a la expectativa y sus inquietudes son tan altas como la esperanza que tiene la mayoría del pueblo chileno en un mejor futuro bajo el gobierno de Boric.
El futuro del desarrollo de la gestión de Gabriel Boric está en la capacidad que él, y el equipo que conforme, tengan a la hora de hacer sus propuestas. También de la inteligencia con la que aprovechen los problemas o las adversidades y sepan convertirlas en oportunidades.
Desde ahora, todos sabemos que el futuro de Chile es un verdadero reto para cualquier presidente. Ojalá Boric tenga la valentía y la inteligencia para sacar adelante todos los retos que el país le enfrenta, siempre con un liderazgo innovador.
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