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El puesto que ocupa el presidente es sin duda una posición de mucha responsabilidad, dicha responsabilidad es consecuencia de un poder muy grande. En los días que corren y tomando en cuenta las problemáticas que nos aquejan, la figura del presidente toma mucha mayor importancia, ya que se convierte en el líder por excelencia. Debe ser siempre consciente de que sus decisiones afectan a miles de personas, a corto y largo plazo. De la misma manera, un buen trabajo se ve reflejado durante mucho tiempo, aún después de su mandato.
Es decir, un buen presidente debe poseer ciertas cualidades que le permitan dirigir a un país, que al mismo tiempo que ejerce un liderazgo sólido y decidido, también sepa mostrar un lado humano y piadoso. Con la intención de acercarnos al ideal de un buen presidente, a continuación, dejamos las cualidades que debe tener un gran mandatario.
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Consideramos que la primera cualidad, y a la cual se le deben ir vinculando las otras características positivas, debe ser la de liderazgo. Es decir, un buen presidente debe tener una gran capacidad para liderar grupos. Ya que, en cualquier lugar donde esté ejerciendo su trabajo como mandatario, su opinión será muy importante y siempre de alta consideración. De modo que un buen líder debe siempre brindar confianza a su equipo, mostrar seguridad a los que lo rodean. Así cada una de las partes, de cara a la realización de un proyecto se sentirán confiadas y sobre todo respaldadas por su líder.
Parte de un buen liderazgo [1] es asumir los retos con responsabilidad y valor. Que esta actitud se transmita a los colaboradores, para que la proyección de ese espíritu gallardo llegué a todos lados y allá una suerte de cohesión o bien el núcleo de trabajo se vaya expandiendo más y más. Esto logrará un grupo de trabajo unido.
Además de su capacidad para dirigir a la gente que le rodea, el presidente también debe ser un buen líder político, ¿qué implica este liderazgo?: la capacidad de poder mediar entre distintos sectores de la sociedad. Tener la visión para alcanzar objetivos en común, y sobre todo una actitud ecléctica a fin de escuchar y comprender todas las diferencias que confluyen en el país.
El presidente debe lograr que cada uno de los equipos que le rodean, trabaje de la mejor forma posible. Para eso, el presidente debe, primero hacer una buena elección de las personas que estarán cerca y conformarán sus equipos, tales como su gabinete. Luego de armar dichos equipos en los que, lo primero debe ser lograr la proactividad, jamás debe dejar de supervisarlos o estar atento a cualquier detalle que pudiera surgir. El presidente debe estar siempre cerca en la medida que sea posible. Así su equipo se sentirá siempre respaldado y con mucha seguridad a la hora de emprender caminos nuevos. Otro punto importante es la maestría con la que el presidente logre la coordinación entre las personas que forman, por ejemplo, su gabinete, el mandatario debe lograr un sistema a partir del cual las personas trabajen de la mejor manera, independientemente de quien los desempeñe. Esto a razón de los frecuentes cambios que ocurren en los equipos durante los procesos presidenciales.
Además de las fortalezas anteriores, el presidente debe ser muy inteligente, tal vez mucho más que el resto. El presidente debe tener agilidad mental y entereza emocional para tomar las mejores decisiones en el menor tiempo posible. Todos los días surgen problemas inesperados, es deber del presidente resolverlos o proponer el camino que nos lleve a la resolución de dichas problemáticas. De ahí la importancia de ser un buen líder y de trabajar con un buen equipo. Si bien, el hecho de que una sola persona tenga buenas ideas es ya una gran ventaja, no se compara con las posibilidades de alcance que puede tener un análisis en equipo. Un montón de perspectivas posibles de un mismo problema. El presidente debe ser un gran analista, pero no sólo de frente a los problemas sino desde la estructuración de su mandato y pensando siempre a futuro, teniendo en cuenta que cada decisión tomada tendrá consecuencias.
Acá te dejamos otras cualidades que debe tener un presidente:
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