Luego de los hechos ocurridos en las semanas pasadas en las que Rusia invadió a Ucrania, occidente impuso fuertes castigos económicos, como el cese de consumo de energía a dicho país. Específicamente Estados Unidos ha decidido prohibir la importación de petróleo y gas desde Rusia. Por otra parte, Reino Unido ha anunciado que recortará sus importaciones. Estas actividades que tienen como principal objetivo sancionar económicamente al país invasor, también evidencian la importancia de Rusia para occidente en el ramo energético.
En virtud de lo anterior es evidente que Rusia tiene un rol protagónico en materia energética dentro de la economía global. Es natural que como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania haya consecuencias importantes en el alza del precio del petróleo, con cifras de precios récords por encima de los cien dólares el barril, hecho que no se repetía desde el 2014.
Es importante mencionar que detrás de Estados Unidos y Arabia Saudita, Rusia ocupa el tercer puesto como productor de petróleo a nivel mundial. Según la agencia internacional de energía, Rusia produjo en enero del 2022 un total de 11.3 millones de barriles por día, mientras que Estados Unidos produjo un total de 17.6, al mismo tiempo Arabia produjo 12 millones de barriles al día. Pero si se toma en cuenta el petróleo crudo y sus derivados como los gases licuados, gasolina, queroseno, nafta y otros, Rusia se convierte en el mayor exportador del mundo.
De toda la producción energética queRusia exporta, el 70% va a los países más ricos de la región europea, otro 20% va a China y sólo un 3% se lo vende a Estados Unidos.
Abastecer de energía, Rusia ha construido una gran infraestructura para poder exportar tanto gas como petróleo, sobre todo a Alemania que es uno de sus principales consumidores. De esa infraestructura existente hay gasoductos que pasan por otros países y es aquí donde Ucrania cobra toda su importancia.
En 2009 el sesenta 60% de todo el gas que llegaba a la Unión Europea pasaba por Ucrania lo que resultaba en grandes ganancias económicas para ese país, en el 2021, el porcentaje bajó al 25%. Consciente de la gran dependencia de la Unión Europea de todos los insumos energéticos y como respuesta a las sanciones, Rusia ha amenazado con cortar el suministro de petróleo y gas.
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Para empezar, el cumplimiento de esta amenaza representaría un duro golpe para los usuarios de gas y petróleo en Europa. Un ejemplo de ello está en el precio de la calefacción, desde que el conflicto con Ucrania comenzó, éste ha sufrido un incremento sumamente considerable, en algunos países como Reino Unido, se ha elevado hasta un cien por ciento. Entonces si Rusia decidiera cortar el suministro, los precios se elevarían mucho más.
Alemania sería de los principales afectados ya que de los países de la Unión Europea es el que más gas ruso importa. Reino Unido por su parte compra sólo el cinco por ciento a Rusia.
Aunque la Unión Europea sería la región más afectada directamente no quiere decir que la escasez de gas ruso no impacte al resto del mundo, pues la escasez de gas hace que los precios suban a nivel mundial.
Si bien la escasez del producto beneficia a economías petroleras, tales como Brasil y México que son los principales productores en Latinoamérica (Venezuela, Argentina y Ecuador, también lo hacen en menor medida), esto no significa que la situación sea mejor. El alza del precio del petróleo lo encarece todo, pues es el combustible con lo que todo se transporta, y las ganancias que estos países puedan tener no es suficiente para contrarrestar de manera total la inflación. El problema se agrava si pensamos que muchos de estos países, aunque producen petróleo, tienen que comprar gasolina y como el petróleo sube, la gasolina también. Otros países como Chile o Perú que no son productores de petróleo, sólo resentirá el aumento de precios. Estados Unidos por su parte ha reanudado charlas para importar petróleo de Venezuela luego de muchos años sin relación económica. Por ahora habrá que esperar el desarrollo de las cosas, pero los expertos no prevén que las cosas mejoren en un futuro inmediato.
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