En este artículo te expondremos algunos casos en los que se nos puede solicitar firmar un estado financiero, cuándo podemos dudar de la legitimidad de estos, qué consecuencias hay en firmar estados financieros fraudulentos y qué alternativas tenemos a firmar.
En este artículo te expondremos algunos casos en los que se nos puede solicitar firmar un estado financiero, cuándo podemos dudar de la legitimidad de estos, qué consecuencias hay en firmar estados financieros fraudulentos y qué alternativas tenemos a firmar.
Así como los notarios públicos dan fe pública, la palabra de los contadores también cuenta, ya que podemos avalar que la información financiera de los contribuyentes proviene de una contabilidad real. Este es un gran poder que conlleva una gran responsabilidad. Por ello cuando se nos solicita firmar un estado financiero necesitamos tener en mente que lo primero es nuestra ética profesional y evaluar si realmente podemos dar fe de aquello que se nos pide que firmemos.
Sin embargo, ¿en qué casos podemos dudar o negarnos? ¿Qué podemos hacer cuando se nos presente un caso así? En este artículo te expondremos algunos casos en los que se nos puede solicitar firmar un estado financiero, cuándo podemos dudar de la legitimidad de estos, qué consecuencias hay en firmar estados financieros fraudulentos y qué alternativas tenemos a firmar.
¿Por qué algunas personas nos solicitan firmar estados financieros?
Existen distintos escenarios en los que una persona (física o moral) puede necesitar sus estados financieros firmados por un contador con título y cédula profesional. La firma de una persona de nuestro gremio avala que la información que se refleja en el estado financiero proviene de una contabilidad legítima, basada en ingresos y egresos reales. Un documento de este tipo con información certificada puede ser muy útil para ciertos trámites.
Algunas afianzadoras solicitan de las empresas su estados financieros firmados antes de otorgar una fianza. Lo mismo puede ocurrir en casos de aseguradoras. Otro caso es cuando un inversionista potencial desea revisar el estado de la empresa antes de invertir o si la mesa directiva necesita aclaraciones de los movimientos que se han manejado dentro de la empresa. También simplemente puede ser una práctica habitual dentro de ciertas empresas que prefieren tener sus estados de cuenta avalados por su departamento contable.
Aunque todos estos casos son normales, puede haber situaciones en las que, aunque la causa de raíz sea una situación regular, las intenciones de quien nos solicita nuestra firma no sean las más honestas. Como contadores debemos de estar alerta de cuestiones de este corte que ponen en riesgo nuestra reputación y ética laboral.
¿Cuándo podemos dudar de la legitimidad de un estado financiero?
Una causa para pedir un estado financiero firmado por nosotros como contadores nos puede parecer buena. Sin embargo, hay que estar muy atentos y aprender a identificar situaciones sospechosas para evitar meternos en problemas que no tenemos. De entrada, te recomendamos que si sientes que algo es sospechoso te tomes tu tiempo para evaluar la situación y que nunca accedas a nada con lo que no te sientas 100% cómodo.
Cuando un contribuyente (sea persona física, moral, grande o pequeña) se acerca a nuestro despacho a solicitar que firmemos un estado financiero sin haber establecido una relación laboral previa tenemos motivos para dudar de la legitimidad de los datos de dicho estado. Cuando no conocemos al contribuyente, no es nuestro cliente regular y nosotros no hemos hecho la contabilidad que corresponde al estado financiero, no tenemos porqué firmar ningún documento. La condición que puedes poner es primero revisar la contabilidad y hasta estar seguro de que no hay ninguna irregularidad firmar dicho estado. Por supuesto deberás cobrar apropiadamente por todo el trabajo que hagas.
También hay casos mucho más directos. Habrá clientes o empresas que te solicitarán abiertamente firmar un estado financiero fraudulento, incluso podrían solicitarte generar la contabilidad simulada para respaldar los números del estado financiero. Pueden excusar la acción diciendo que es solamente para un trámite con la afianzadora o aseguradora pero esto no quiere decir que deje de ser un fraude.
Los clientes o empresas pueden enredarnos en motivos por los cuales necesitan que firmemos un estado financiero fraudulento pero lo cierto es que hacerlo tiene graves consecuencias para nosotros. Pensemos que los estados financieros revelan el estado de una empresa y ayudan a otros a tomar decisiones (sean inversionistas aseguradoras o arrendadoras), es decir dan información sobre si es buena idea o no hacer negocios con alguien o no. Si un estado financiero tiene nuestra firma y éste resulta estar basado en simulaciones, entonces nuestra palabra como contadores queda entredicho y podríamos afrontar consecuencias legales junto con nuestros clientes.
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¿Qué hacer si no queremos firmar un estado financiero?
Si estás en una situación en la que se te está solicitando firmar un estado financiero del que dudas de su veracidad debes de saber que no estás obligado a hacerlo. Dependiendo de tu situación laboral, si trabajas en un despacho de forma independiente o eres parte del departamento contable de una empresa, puedes tomar distintas alternativas.
Si trabajas como contador independiente (sea en solitario o dentro de un despacho) puedes negarte a firmar. Esto claramente derivará en molestia por parte del cliente, sin embargo, no hace falta escalar la situación, siempre se puede terminar la relación laboral sin necesidad de llegar a un mayor desacuerdo. Recuerda que como contador independiente puedes perder un cliente sin que sea el fin de tu carrera. Si dicho cliente estaba solicitando que pusieras en juego tu ética laboral quizás no vale la pena mantenerlo en tu cartera.
Los contadores que forman parte de un departamento contable en una empresa podrían sentirse obligados a firmar estados financieros de dudosa procedencia, sin embargo, han de saber que tampoco están obligados a hacerlo. Podrían sentirse de esa manera puesto que su trabajo está en juego, pero si se les amenaza u obliga de cualquier manera a firmar, la ley está de su parte. Los contadores, al formar parte de la nómina de la empresa, son empleados y los protege la Ley federal del Trabajo. Al levantar una denuncia de este tipo, el contador deberá probar que fue obligado a firmar mediante amenazas y en ese caso la ley fallará a su favor dando lugar a la terminación de la relación laboral sin responsabilidad por parte del trabajador.
Conclusiones: cuidar nuestra reputación para seguir ejerciendo
Como contadores nuestra firma tiene poder, avala que un estado financiero se corresponde con la información real de la contabilidad del contribuyente. Sin embargo, hay muchos casos en los que los contribuyentes pueden querer que avalemos información falsa. Para evitar formar parte de acciones fraudulentas podemos negarnos a firmar estados que no provengan de contabilidad hecha por nosotros. Si somos contadores independientes podemos concluir la relación laboral con nuestro cliente y si somos parte de un área contable en una empresa podemos recurrir a la ley para que nos ampare como trabajadores.
¿Alguna vez se te ha solicitado firmar un estado financiero sospechoso? ¿Qué hiciste en ese caso? Cuéntanos en los comentarios.