¿Cuándo nació la justicia en México? Cuando hablamos del nacimiento de la justicia en este país, no nos referimos a los sistemas convencionales de usos y costumbres, sino que nos referimos más bien a la justicia institucional. Es decir, al momento en el que alguien decidió poner las cosas en claro y legitimar el quehacer de impartir justicia con el anhelo de que todos pudiéramos vivir mejor y más tranquilos. Lo que se espera de la justicia institucional es saber que existe un organismo institucional que se ocupa de velar por la justicia para todos y no sólo para unos cuantos.
En lo respecta a materia fiscal, ¿desde cuándo datan nuestras leyes alrededor de estos temas? ¿qué motivó a las instituciones en México a legislar en un primer momento sobre lo que compete a lo fiscal? En este artículo damos un breve repaso sobre la historia de la Ley de Justicia Fiscal con el fin de conocer sobré que bases se cimentó nuestra legislación.
Si bien, México no es un país que destaque por su justicia o por la satisfacción de los ciudadanos respecto la forma en la que se imparte, eso no quiere decir que las intenciones de quienes han diseñado el sistema y los procesos legales no hayan tenido la firme intención y el sueño de ver a un país más justo en el que todos por igual, seamos protegidos por la ley, frente a cualquier hecho criminal.
En la página del Tribunal de Justicia Administrativa, el estado dice que el primero de enero de 1937, entró en vigor la Ley de Justicia Fiscal y con ella inician las actividades del entonces Tribunal Fiscal de la Federación. Según lo que esta misma ley dispuso, el Tribunal estaba integrado por quince magistrados que tenían el poder de actuar en Pleno o a través de cinco Salas; las cuales estaban formadas por tres magistrados cada una.
Consciente de las problemáticas y de las controversias que solían suscitarse luego de actos o resoluciones emitidas por autoridades fiscales. El órgano legislador les dio poder única y exclusivamente en materia estrictamente fiscal. Esto con la intención de que no hubiera en las resoluciones ninguna especie de conflicto de interés.
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Un año después de haber entrado en vigor esta ley, es decir la Ley de Justicia Fiscal, fue derogada por el Código Fiscal de la Federación de 1938. Sin embargo, conservó su competencia para el Tribunal, misma que a través de leyes especiales se fue ampliando y reformando. Así en el año de 1942 la Ley de Depuración de Créditos otorga competencia para conocer de esta materia a cargo del Gobierno Federal.
En ese momento la competencia del Tribunal también se amplió. Luego de advertir la legalidad de los requerimientos de pago realizados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que constaba en exigir fianzas otorgadas a favor del Gobierno Federal. También se le dio al tribunal la facultad de conocer las controversias que surgían por las resoluciones emitidas por el Instituto Mexicano del Seguro Social; sobre las resoluciones fiscales emitidas por el Departamento del Distrito Federal; respecto a las aportaciones que los patrones están obligados a efectuar para el establecimiento de las Escuelas Artículo 123.
Del mismo modo, el Tribunal también obtuvo conocimiento de las controversias en materia de pensiones militares, así como las que surjan por las aportaciones que deben hacer los patrones conforme a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores. La facultad del tribunal se amplió considerablemente incluso tuvo injerencia respecto a la interpretación de contratos de obra pública, también sobre las resoluciones que fincan responsabilidades en contra de funcionarios o empleados de la Federación o del Departamento del Distrito Federal. Incluso en materia de multas por infracciones a las leyes federales o del Distrito Federal, y hasta en materia de pensiones civiles con cargo al Erario Federal o al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado.
Para 1946, se crean dos Salas más, que aumentan el número de magistrados de quince a veintiún. En el año de 1967 se expide una nueva Ley Orgánica del Tribunal Fiscal de la Federación en la que se previeron los aspectos orgánicos del propio Tribunal, incrementándose a veintidós magistrados, integrando las siete Salas que ya existían, más el presidente que no integrará Sala, asimismo se establecen las normas relativas a la competencia que tenían asignada, conservando el Código las correspondientes al procedimiento. Se introduce el concepto de Organismos Fiscales Autónomos y se otorga al Tribunal facultades para conocer de los juicios de lesividad.
Esta no es toda la historia del nacimiento de la Justicia institucional en México, es apenas un vuelo de ave que nos permite ver sus inicios. Es a través de estas iniciativas que conllevan grandes esfuerzos, se constituyó un organismo moderno con miras a un estado justo y objetivo.
¿Conocías ya el origen de la Ley de Justicia Fiscal? ¿Qué momento en la historia te parece definitorio para haber llegado a las leyes que tenemos ahora?
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