Ya hemos hablado de lo difícil que resulta emprender en estos tiempos, hemos también mencionado lo necesario, además de urgente, que es acompañar el espíritu emprendedor de una consciencia ecológica. Es decir que nuestra visión emprendedora debe ir acompañada de la misión de restaurar o cuidar el medio ambiente.
Empresas como Kingo ya nos han puesto el ejemplo de cómo se pueden generar ingresos al mismo tiempo que se abre un nuevo camino en las energías limpias, además de brindarle a los que menos tienen, la oportunidad de una mejor calidad de vida. Esta vez es el turno de una empresa que se ha ocupado de poner el ojo en otro de los problemas graves de la sociedad. Este proyecto intenta aliviar el sobre esfuerzo en la producción de alimentos al mismo tiempo que aprovecha de mejor manera este recurso y recicla una parte importante que normalmente significa una pérdida o bien, un desperdicio.
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Aunque ya de entrada este nombre nos suene familiar, no tiene nada que ver con cualquier recuerdo que tenga relación con el Rey León. Más bien, Sinba es una suerte de abreviatura de “sin basura”. Sinba, es una empresa nacida en Lima Perú, y se ocupa del reaprovechamiento de las miles de toneladas de alimento que se desperdicia a diario en los restaurantes. La empresa surgió a partir de un almuerzo entre amigos, Bitia Chávez, Pipo Reiser y Andrea Rivera, se reunieron en 2016 para almorzar, curiosamente se conocieron unos meses antes en un programa para desarrollar proyectos sustentables. Pero fue precisamente en ese almuerzo que la idea surgió; al ver que los meseros se llevaban los platos con montones de comida y cómo ésta se iba a la basura, fue entonces que pensaron en hacer algo para revertir esa situación.
Al advertir, o bien, ser realmente conscientes de esta problemática, Sinba se ocupó de generar un proceso logístico en el que se crean puentes vitales para que distintas empresas tengan una participación proactiva en un círculo virtuoso que no sólo genera ingresos sino que cura de manera importante los daños ambientales que significa la industria alimenticia. El proceso logístico consta de cuatro pasos desde que comienza en los restaurantes. Sinba asesora a los negocios de comida para gestionar sus desperdicios orgánicos. También genera un lazo comunicacional y cooperativo entre los restaurantes y las cadenas de reciclaje y recuperación que, al mismo tiempo repiten el proceso con una Biofábrica, la cual se encarga de transformar los residuos, mediante un proceso de esterilización, en alimento para animales o abono para plantíos.
Hasta mayo del 2021 Sinba ha logrado reciclar la impresionante cantidad de dos mil cien toneladas de residuos orgánicos. Además ha creado de manera simultánea, una red de recolección de residuos en hogares, transformando los orgánicos en compostas domésticas, el aceite en biocombustible y reciclando más de doscientas treinta toneladas de residuos inorgánicos. De manera que no sólo se ocupa de los residuos comerciales en grandes volúmenes, también lo ha hecho en los hogares de las personas, este ejercicio, al mismo tiempo que ayuda a crear una mejor calidad de vida, también nos educa y nos permite aprender un mejor modo de consumo, más responsable y consciente. Ya que se reaprovecha casi un 90 % de la basura orgánica y hasta ahora se ha capacitado a más de tres mil ochocientas personas en la labor del reciclaje y reaprovechamiento de alimentos.
Su impacto económico, medioambiental y social le ha traído a este proyecto atención a nivel internacional, pues ya es una empresa B certificada. Además la ONU la seleccionó junto con Kingo como una de las veintiocho organizaciones más innovadoras en el mundo en cuanto logros de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el 2030.
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