Seguramente que usted habrá escuchado hablar, o bien leído en las redes sociales, sobre los NFTs. Probablemente también, entre tanta información sobre ellos, todavía no le queda claro ni el término ni su significado.
¿Qué son los NFTs? Son las siglas de su nombre en inglés; non-fungible token. ¿Pero esto qué quiere decir? Son, por decirlo así, una divisa digital como lo serían las criptomonedas [1] aunque con características muy peculiares.
Una persona que más conocimiento del mundo digital diría que nos NFTs son completamente distintos a las criptomonedas, y seguramente tendrá razón. A nivel tecnológico los NFTs no son una criptomoneda, lo poco, o tal vez lo único, que tengan las criptomonedas en común con los NFTs es que son tokens criptográficos. Sin la forma en la que han adquirido valor en los mercados se asemeja a las criptomonedas,
¿Por qué se han vuelto tan relevantes en recientemente los NFTs? Exploremos el curioso mercado digital que comienza a desarrollarse con estos tokens.
Si bien ya hemos definido de una forma técnica qué son estos tokens no fungibles, aproximémonos ahora a su otra significación que es donde adquieren su verdadero valor.
Pongamos un ejemplo práctico: en algún momento de la historia alguna persona decidió conservar una tarjeta coleccionable de baseball con la visión de venderla, tal vez al doble de su precio o más. Seguramente esa persona no imaginó que en el futuro habría un mercado millonario para los coleccionables. Sería posible decir que estas NFTs son una suerte de apéndice de ese mercado, al mismo tiempo habitan, el mercado del arte. Pues, en tanto que son una suerte de dispositivo coleccionables como las tarjetas de baseball, también son, muchas veces, piezas artísticas, digitales claro está.
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Las NFts igual que muchos coleccionables y piezas artísticas, adquieren su valor de manera muy subjetiva. Es decir, que una NFTs, al igual que una tarjeta de Pokémon o un cuadro de algún artista reconocido, no adquiere un valor considerable porque sea muy linda o porque tenga una calidad incomparable sino por la demanda o bien, la cantidad que la gente que esté dispuesta a pagar por ella.
Por ejemplo, si usted el día de mañana pone a la venta una tarjeta de baseball y alguien en internet oferta 100 dólares por esa tarjeta, entonces su tarjeta valdrá esos 100 dólares, pero si por alguna razón, usted no la vendiera y viniera alguien a ofreces 500 dólares por ella, entonces su tarjeta valdrá 500 dólares. Sin embargo, también existe la posibilidad de que nadie oferte por ella o se oferte una cantidad muy baja, por ejemplo, un dólar, del mismo modo que antes, su tarjeta entonces vale un dólar. Así es como se valúa una NFTs.
Las NFts, como el arte y como los coleccionables deben tener su propio mercado. Es decir, su propio nicho por decirlo así. Así es como obtienen valor y como este aumenta. Por ejemplo, el 19 de febrero de 2021, Logan Paul, un influencer muy conocido, sacó a la venta 3500 NFTs. La imagen muestra a Logan Paul con unas cartas de Pokémon. Estas NFTs se vendieron en cosa de horas por un total de casi cinco millones de dólares.
¿Cómo logró, Logan Paul hacer esto? lo que hizo para lograr este gran resultado fue crear ese nicho, al ser un muy reconocido influencer comenzó a educar a su audiencia y sobre todo a crear una narrativa efectiva y contundente para sus NFTs. En los últimos años Logan Paul ha hecho muchísimos videos sobre cartas de Pokémon, de modo que preparó a su gran audiencia para que recibiera bien y se familiarizara con los coleccionables. Lo que hizo fue juntar este emergente modo de monetizar y coleccionar con su gran audiencia y un nicho ya existente que él reforzó. Un detalle para tomar en cuenta es que recientemente una de las casas de subastas de arte más importantes, Christie’s ha comenzado ya a trabajar con esta modalidad.
En resumen, podemos decir que los NFTs son la cara emergente de los coleccionables y el arte. Se unen a las criptomonedas en este nuevo modo de monetizar y de descentralizar las transacciones. Al mismo tiempo reafirman el procedimiento de la valorización de un producto de este tipo. En los que es tan importante como la calidad del objeto, la narrativa alrededor de éste, como la comunidad que lo consume. Es decir, probablemente tenga que trabajarse mucho más la narrativa y la creación y educación de la comunidad consumidora que el objeto coleccionable en sí. Los activos digitales de este tipo son aún muy jóvenes, por lo que aún no vemos a grandes marcas participar en ello. Ya la NBA ha comenzado a incursionar, pero estamos seguros que habrá una mucho mayor presencia en el futuro por parte de las grandes marcas.
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