En entradas artículos anteriores de este portal hablamos de la reforma fiscal de 2004 y de lo polémica que fue. Hoy continuamos con nuestra revisión histórica y analizamos la reforma fiscal de 2014. Diez años después, ¿qué esperaba lograr la administración con una nueva reforma? Descúbrelo en este artículo y mantente al pendiente de nuestra siguiente entrega.
Para 2014, el iPhone ya tenía siete años en el mercado y la mayoría de las personas tenían en la palma de la mano un teléfono inteligente. En ese mismo año WhatsApp fue comprado por Facebook y ya contaba con 500 millones de usuarios. La revolución tecnológica era innegable, sin embargo, todavía había muchos rezagos, especialmente en lo que se refería a la administración pública.
En 2014 la reforma fiscal dio los primeros pasos a una fiscalización sofisticada en el sentido tecnológico. Fue hasta esta reforma que los Comprobantes Fiscales Digitales (CFDI) fueron obligatorios para todos los contribuyentes. Es decir, antes de esto la presentación de facturas y la comprobación de ingresos y egresos podía ser más fácilmente manipulados.
A su vez, la comunicación entre la autoridad y los contribuyentes no era óptima. A partir de la reforma es que se instaura el Buzón Tributario como el medio oficial a través del cual recibir comunicados por parte de la autoridad. Como bien sabemos ahora, se solicita de los contribuyentes un teléfono de contacto y un correo electrónico para avisar cuando exista algún comunicado en el buzón.
Estos fueron los primeros pasos que nos pusieron en el camino de una fiscalización inteligente y vigilancia constante. Ahora sabemos que la autoridad, a través de la tecnología puede detectar errores e inconsistencias en las declaraciones, facturas y demás documentos presentados por los contribuyentes. Aunque esto ayuda a hacérselo saber a los contribuyentes lo antes posible de un error también los pone en la complicada situación de estar en la mira de la autoridad.
La mejora de los sistemas tributarios ayuda a disminuir la evasión fiscal y el fraude. Sin embargo, también pone a los contribuyentes en situaciones que pueden encontrar amenazantes o de desventaja en relación con la autoridad.
En 2014, cuando, a través de la reforma fiscal, se implementaron los primeros cambios para llevarnos hacia una fiscalización más inteligente, muchos contribuyentes encontraron los cambios anticonstitucionales. Como bien sabemos, una reforma fiscal no puede cambiar la ley para estar por encima de lo estipulado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y muchos contadores y contribuyentes encontraron que las reformas que apuntaban a una tributación tecnológica pasaban por encima de las garantías básicas de los mexicanos.
Recordemos que nuestra constitución estipula, en el artículo 16, que nadie puede ser molestado en su residencia, y muchos encontraron que los nuevos canales de contacto de la autoridad eran invasivos. Aunque ahora nos parezca un tanto exagerado, era una preocupación real pues no se trataba de recibir en cualquier momento un mensaje sino una solicitud de parte de la autoridad, y como es bien sabido, a nadie le agradan los cobradores. Incluso más escandaloso encontraban que estos nuevos medio de vigilancia coartaba el principio de espontaneidad de los contribuyentes, es decir que no daban oportunidad a que el contribuyente se acercara y por voluntad cumpliera sus obligaciones, sino que la autoridad perseguía desde el principio el error o incumplimiento aumentando así la cantidad de multas impuestas.
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Más allá de eso debemos de recordar que muchas veces la autoridad se olvida de la realidad de nuestro país. En 2014 tan sólo el 44.4% de la población (mayor de seis años) era usuaria de internet. Esto significaba que requerir que todos los contribuyentes activaran su Buzón Tributario y dieran de alta un correo electrónico era exigir lo imposible. Sin embargo, no olvidemos que las reformas plantean el camino para el futuro.
Hoy, aproximadamente el 78.6% de la población (de seis años o más) es usuaria de internet. Aunque en su momento la modernización del sistema tributario causó gran controversia y se veía como un imposible, lo cierto es que ahora, la mayoría de la población joven activa económicamente es nativa digital. La expectativa de los contribuyentes de hoy es poder realizar sus trámites a través de canales digitales y que la propia autoridad tenga su información para facilitar sus declaraciones.
El mundo cambia día con día y las reformas aparentemente nos plantean un futuro de ciencia ficción pueden ser los cimientos de cambios necesarios en el sistema para aumentar la recaudación.
Además de cimentar los primeros pasos para una fiscalización más inteligente, la reforma de 2014 también tenía la intención de reestructurar todos los aspectos relacionados a la tributación: el gasto público y los ingresos de la federación.
Estos fueron algunos de los puntos de la ley fiscal que se reformaron en el 2014:
Estos fueron algunos puntos llamativos de la reforma, sin embargo, si deseas consultar a fondo cualquier cambio, recuerda que a través de nuestra Compilación de Leyes Gazhal puedes consultar el Diario Oficial de la Federación y revisar cada uno de los cambios que se realizaron en aquel entonces.
La expectativa general de esta reforma era una vez más aumentar la recaudación. En entradas anteriores de esta sección hablamos sobre la reforma de 2004 y sobre cómo el problema principal de la tributación México ha sido la baja recaudación. En 2004 se buscaba aumentar los bienes y servicios gravables a IVA, sin embargo, esto no se logró. Del mismo modo, en 2014 se especuló sobre gravar al IVA servicios como las colegiaturas, sin embargo, una vez más, esto no sucedió así. Algunos analistas criticaron la reforma por una vez más recaer en ajustes a la renta en lugar de enfocarse en aumentar los impuestos al consumo (IVA).
Aunque haya sido una reforma ampliamente criticada, tuvo sus puntos fuertes que nos llevaron a un sistema de tributación más funcional en el mundo tecnológico que hoy conocemos. El Buzón Tributario y el uso obligatorio del CFDI fueron las primeras semillas para los cambios que se buscarían en diez años para una vez más: aumentar la recaudación.
En nuestra próxima entrada a esta sección hablaremos sobre la Miscelánea Fiscal 2023 con relación a las reformas de 2004 y 2014. ¿Fueron las reformas anteriores las que nos llevaron a necesitar estos ajustes a la ley? ¿Por qué no se dio una reforma como tal? Espera esto y más en nuestro próximo artículo.
En 2004 se dio una muy necesitada reforma fiscal, aunque no se alcanzaron todas las metas planteadas en un principio pues no se logró aumentar la recaudación a través del IVA. Diez años después, el problema persistía y el país, así como el mundo demandaba una modernización del sistema. En 2014 se ajustaron cuentas pendientes del pasado y se plantearon los primeros requisitos para un sistema de fiscalización más inteligente: el contacto con la autoridad a través del Buzón Tributario y el uso obligatorio de los CFDI. La reforma fue controversial aunque claramente fueron los primeros pasos que nos llevaron a requerir otra serie de cambios diez años después.
¿Qué fue lo más controversial para ti de la reforma de 2014? Cuéntanos en los comentarios.
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